domingo, febrero 19, 2006

Historia de un samurai

Como algunos sabrán me gusta mucho un anime que se llama Rurouni Kenshin (Samurai X) y a raíz de ese anime investigue y aprendido acerca de los samuráis y de algunas eras japonesas, pues aquí se me ocurrió una historia pequeña sobre un samurai, que de hecho estoy escribiendo otra de el, creo que solo la conoce Nirvas

Historia de un samurai

Mi nombre…mi nombre es algo que perdió importancia…bueno, tal vez la tenia hace una hora, antes que atacaran esos ladrones…ninjas, mercenarios repugnantes sin honor, solo son ratas…estoy en una habitación oscura, las luces del fuego entran por la ventana, en la cama sobre el piso esta ella, la mujer mas hermosa que he conocido, pero…
-¡Capitán Sakiko, los ninjas se mueven y no tenemos suficientes hombres!
-Entonces, moriremos aquí y ahora, como el honor nos manda.
Me pongo de pie, tomo mi casco de la armadura roja de samurai y mi katana, me limpio el rostro de la sangre seca y tierra, le rezo a Buda para que nos guié a la victoria o que lleguemos a morir…la mujer en la cama se despierta...
-No, no puedes irte, quédate, huyamos, que todos mueran aquí…
-Suka…esto fue causado por nosotros, debemos de darle fin a esto…
-Por favor quédate, dejemos nuestro pasado, vivamos nuestras vidas…
-Lo siento…te amo…
Me coloco el casco y salgo de la habitación, dejando a Suka, acostada en esa capa, con su kimono rosa que tan bien se le ve, su cabello largo y negro cubriéndole su rostro y sus lagrimas que la envuelven de pureza…sus lagrimas que incluso escucho afuera del castillo…

Afuera, solo hay muerte, veo compañeros y enemigos tirados en el suelo, pidiendo piedad, llorando del dolor…desenfundo mi espada, corro...me enfrento a cada ser que se interpone en mi camino, muevo mi espada como si el viento me ayudara, con delicadeza y rapidez, se crea un soplido cada vez que la uso que solo es interrumpido por el choque de mi espada contra la de mis rivales, los gritos de dolor dejan un eco en mis oídos, me ayudan a ignorar mis propias heridas…
-¡Capitán!
Una punta de metal me rosa una mejilla, me habré una herida que sangra sin cesar…me detengo para cubrirla con mi mano, la sangre mancha mi armadura…
-¡Devuelva a mi hija y retirare a mis hombres!
-¡Ella es libre de irse cuando desee!
Entre las sombras aparece un sujeto grande, vestido de negro, solo sus ojos se ven, su boca esta cubierta...es el jefe de estos mercenarios…y el padre de Suka…
-Padre…déjalo…por favor…
Suka aparece, se a puesto su ropa de ninja, sus ojos es lo único que puedo ver de su rostro…sus ojos aun sueltan lagrimas, su cabello negro en una coleta…ella voltea a verme…
-Esto es lo único que podemos hacer…te amo y siempre será así, pero no podemos estar juntos…
Suka va al lado de su padre, pero el avanza hacia mi, me golpea y me saca el aire…
-No me iré hasta acabar contigo samurai patético…
La ira y el dolor me dominan no quiero que Suka se vaya…pero no quiero que sea infeliz…recibo otro golpe…caigo al piso, suelto mi espada, escupo sangre…me va a matar, este maldito me va a matar…otro golpe, hace que mi herida en la mejilla sangre mas…trato de tomar mi espada, pero el tipo cae encima de mi, tiene una lanza enterrada en la espalda…fue Suka…
-Lo siento padre...amo a Sakiko…
-Suka…podemos estar juntos ahora…
-No, no podemos, debo tomar mi lugar como la jefa de estos ninjas, ese es mi destino, ser la sombra de mi padre, se feliz Capitán Shou Sakiko, la próxima vez que nos encontremos, no será como hoy pero recuerda mis ultimas dos palabras...te amo...
Sin mas que decir, desaparece en las sombras de la noche seguida por su ahora ejercito y en una nube de humo el cadáver de su padre también lo hace dejando en su lugar una flor de color rosa y un pergamino…que tiene el aroma de la mujer que amo…
-Adiós, Suka…también deseo que seas feliz…te amo...
Las ultimas dos palabras parecen un eco eterno...

martes, febrero 14, 2006

Mi mundo...9ª parte y reflexión...

-¿Crees que haciendo a una pastora princesa vas a lograr algo?... ¿Aceptar que la quieres?... ¿Luchar contra mi?...¿Contra el miedo mismo?...nunca podrás vencer al miedo, siempre temerás a apreciar a la gente, siempre temblaras siempre estarás solo, por que nunca nadie te va apreciar como tu aprecias a los demás…
Miedo a llegado su falta boca no impide que hable.

Me pongo enfrente de todos, ninguno dice nada, tomo las cuatro esferas que llevo en mis bolsillos, mis manos brillan y se cubren con un par de guantes de plata, pongo las esferas en ellos, sigo sin decir palabra, me pongo enfrente de Miedo en silencio, aunque el no tiene ojos siento su mirada contra la mía, doy un paso atrás, el herrero aparece con su gran cuerpo, me da una espada, yo la hundo en la tierra.
-Si vas a atacar a todo lo que quiero…entonces acabare con este mundo, así no le harás daño a nadie…
-Entonces te acobardaras…eso solo me hará mas fuerte, escaparas de los problemas destruirás entonces todo lo que tienes por tener miedo…te aplaudo…cobarde….
Yo no digo nada, solo suelto la espada que hace un ruido sonoro al chocar contra el suelo, caigo hincado, Miedo se acerca a mi y de una patada me tumba al suelo, diciéndome que soy patético avanza hacia toda la gente que estaba conmigo, solo alcanzo a gritar que no los toque, el se detiene, me pongo de pie, mi hombro me duele, no todos los días recibes una patada.
-Tienes razón huir de todo no tiene sentido, seria algo como estar de tu lado…entonces no haré eso, te demostrare que mi mundo existirá…contigo o sin ti…
Suelto las cuatro esferas de mis guantes, caen al suelo y se abren, de cada una sale humo diferente, de ese humo salen cuatro figuras distintas, un chavo alto, de pelo rizado, cara un poco alargada y de camisa de cuadriculada, otro un poco mas bajo pero sigue siendo alto, de cabello mas oscuro y lacio, un mechón pelirrojo casi invisible y una camisa ver, le sigue otro de pelo negro y peinado con partidura en el medio, con las mangas de su camisa remangadas, el ultimo, güero, fornido y de camiseta negra…
-Yo se que tu los conoces, Miedo, sabes que son los guardianes de este mundo, pero ahora no solo te vas a enfrentar a ellos…

Tomo de nuevo la espada y la levanto sobre mi cabeza, todos, las curanderas, el herrero, las princesas, el panadero, el de negro, el juguetero, comienzan a brillar, el brillo se concentra en el pecho de cada uno, una esfera a parece enfrente de ellos, la toman, después la princesa de vestido negro llega cabalgando seguida por una multitud, distintas personas que viven en el pueblo y sus afueras, ella también tiene una esfera en la mano, por otro lado la guardiana de las ruinas de aquel templo aparece caminando con su báculo, ella también porta una esfera, al igual que muchos de los que están alrededor de Miedo y yo.
-Muchas de estas personas ni les interesas, no piensan en ti como tu piensas en ellas, ¿Acaso crees que esa princesa de aquel castillo morado le importas?....¿Acaso al juguetero, o al de negro, o tal vez a la guardiana o ya se a la que antes era pastora?...¿Crees que les importas?....patético
Yo solo hago una mueca, luego me carcajeo y por primera vez, distingo algo en Miedo…sus manos tiemblan, el mismo miedo esta dudando…
-No me importa, no me interesa si los que están aquí o los que tienen esas esferas, me aprecian tanto como yo a ellos, no me interesa si los únicos mejores amigos que tengo son los cuatro que están a mis costados, si estas personas a mi alrededor no darían una moneda por mi…no me importa….me importa lo que yo se….que los aprecio y si tengo que sufrir por apreciarlos…venga el sufrimiento…
Miedo no se mueve, pero su capa lo hace por el viento, cae al suelo de rodillas, tomo mi espada, le digo que no lo matare, por que es parte de mi, pero tampoco tengo que ayudarlo, arrojo mi espada, le digo a miedo que se vaya que jamás regrese a mi mundo y que se quede en la oscuridad….donde pertenece, por que yo, ya no temeré a apreciar a las personas, les importe o no…sin decir una palabra, el cuerpo de miedo se hace polvo y se va con el viento, a la oscuridad de mi mundo…


Bueno, primero agradezco a los que leyeron hasta aquí e igual agradezco que hayan leído cada parte, por que al final esto fue para mis amigos, una reflexión y simbolismo que les dejo para este día de febrero, que puede que algunos de ustedes consideren inútil o tal vez a otros les encante, para mi es un día para recordar a mis amigos y darme cuenta de muchas cosas, como que no puedo dejar de apreciar o de ser detallista, son fantásticas y que al final de esta historia me doy cuenta que no debo de temerle a entregar aprecio…y seas quien seas que estés leyendo esto….que pases un buen San Valentín…

domingo, febrero 12, 2006

Mi mundo...8ª parte

Aunque me desperté hace un momento la herida me sigue doliendo, me vuelvo a acostar, una de las curanderas acaricia mi frente con un pañuelo blanco, su hermana se encarga de mi otra mitad, comienzo a sudar, al cerrar los ojos, veo el cielo, luego la tierra, después unas nubes enormes cubren todo el firmamento, un hombre camina sobre el pasto, lleva una capa negra y una bufanda roja que le cubre hasta la nariz, que es lo único que tiene su cara, no hay ojos, ni labios, ni cabello, no tiene rostro, el es Miedo y con el viene la caída de mi mundo…no voy a dejar que eso que pase.

Me levanto después de horas, la habitación esta sola, salgo de ella, en una mesa enorme están todos, pero no esta mi otro yo, todos me saludan, el juguetero es el primero, siendo grato con su sonrisa, de ahí lo siguen todos, me siento con ellos, sin embargo me pregunto donde esta mi otro yo, la pastora lo nota, me dice que esta afuera, en la sombra del árbol, no digo nada y salgo a buscarlo, esta recargado el tronco sin de decir nada, así que yo hablare…
-Miedo se acerca, va acabar con nuestro mundo si no hacemos algo.
-¿Nuestro? Nunca me has incluido en nada, siempre has sido tu y solo tu…
No le respondo, me pongo frente a el y le golpeo la cara, le digo que no esta solo, que somos uno, no podemos luchar uno contra el otro siempre, el no dice nada, pone su mirada fija en la mía.
-¿A que le tenemos miedo? ¿Qué es lo que el atacara?
-Todo, le tenemos miedo a querer, querer para salir heridos sin recibir nada, luchar para nada, atacara a cada casa y persona de nuestro mundo, nos hará dudar del aprecio que sentimos por lo que habitan aquí…
-Entonces debemos aprender a despejar esas dudas…no sabemos como…
-Si, si sabemos y es algo que debimos de haber hecho hace mucho.
Toco el hombro de mi otra mitad y el hace lo mismo, cerramos los ojos y una luz nos cubre a ambos, la luz entra por la cabaña de las curanderas, todos salen para ver lo que pasa, pero nadie puede ver nada, solo el resultado, soy yo, solo yo, les sonrió a mis amigos, les digo que todo esta bien, mi voz se oye doble, poco a poco se disipa con mis palabras, les grito que vuelva a la cabaña que ahí estarán bien…ninguno me escucha, el de negro se me acerca y se me queda mirando con su sus ojos oscuros, muy a menudo fríos…
-No me importa que este pasando aquí, pero no estuve horas sentado en una silla para que me digas que tengo que volver a hacerlo…así que mejor consíguete otra excusa…
Solo le hago una mueca, siempre a sido así, en eso una mujer se aproxima en un caballo café, se detiene enfrente de mi, va vestida con una capa morada cubriéndola, debajo de ella trae un vestido largo de color negro, tiene cabello largo y castaño, solía usar lentes en el mundo real, en mi mundo es una princesa y también una mensaje, con un castillo no muy lejos de aquí, le digo que vaya al pueblo y le ordene a todos que vuelvan a sus casas y que ninguno salga, volteo a ver al herrero, le pido una espada, el me asiente y se va de la escena.

Recuerdo lo que discutí con mi otra mitad antes de ser uno, que debemos despejar las dudas…debo de empezar por alguien, camino hacia la pastora, la abrazo con fuerza, como si no quisiera que se fuera, ella no dice nada, no se mueve…su chal rosa empieza a cambiar, toda su ropa cambia a un hermoso vestido rosado, un listón rojo recorre su cintura y luego todo su vestido, a lo lejos hay un resplandor, justo donde esta la casa de la pastora…ya no es una mansión como era antes…es un palacio y ella una princesa…

viernes, febrero 10, 2006

Mi mundo...7ª parte

Me siento con las dos mujeres, la pequeña sabiduría me ve con ternura, las dos saben por que estoy aquí, no solo son parte de mi mundo, si no que son parte de mi ser, sin embargo mantienen un silencio que me da miedo, pero se que quieren que hable, yo lo hago, les pregunto que debo hacer con todo el miedo que siento, todo lo que no se si hacer, ellas siguen sin decir nada. hasta que Experiencia habla
-Por eso mi hermana es mas joven que yo, serás experimentado, pero no sabio, no aprendes de tu pasado, solo lo registras en tu mente, no tratas de saber el por que, solo piensas en el que… Yo no le contesto, se que es verdad, todo mi recorrido hasta el pueblo fue para buscar una respuesta, que no esta en otro lugar mas que en mi ser, cuando estoy apunto de volver a hablar, sabiduría dice que guarde silencio
-El sabio no busca el por que de las cosas en el primer lugar que le ocurrió….si no en el ultimo que le vino a su mente…
Yo no digo nada trato de comprender eso, al fin lo hago, el único lugar que debo visitar es aquel en donde el mismo sol de mi mundo no da luz, aquel lugar donde mis temores, mis pecados, mis arrepentimientos se guardan, la oscuridad de mí ser…
-Debes ir y enfrentar al único que te va a decir que esta pasando…
Me pongo de pie, les doy las gracias y me dispongo a salir de la iglesia, pero en ese momento una figura envuelta en una capa negra y capucha aparece en la entrada. La figura se descubre, ropa negra, mirada de enojo, ojos negros sin pupilas, cabello mas oscuro que el mió, es el culpable, es…yo.
-¿Qué no me extrañas? ¿No hay un hola como estas, yo oscuro?
-¡Tu eres el que esta causando todo esto! -Aunque me gustaría atribuírmelo a mi, lamento decirte que no, tal vez debamos de ir a un lugar menos público…
Mi yo oscuro cierra los ojos, todo a mi alrededor se oscurece, empiezo a distinguir figuras, árboles secos, un cielo cubierto de nubes negras, un lugar sin viento, un rió de aguas sin sonido…la oscuridad de mi ser, donde domina mi alter ego…un caballo negro se mueve rápida a través del campo, de las piedras y los árboles secos, mi alter ego va encima de el, hay sangre va cayendo, atrás de el va un ejercito de sombras sin rostros, las reconozco...Envidia,Obsesión, Lujuria,Odio…van comandados por Miedo,al verlo entiendo por que mi otro yo esta aquí…me dice que Miedo tomo su terreno, lo domina y lo exilio de el, yo veo como la capa negra que lo envuelve esta mojada, una mancha de sangre…esta herido, en ese momento el recuerdo se detiene y volvemos a la iglesia, ahora esta vacía, mi yo oscuro cae al piso, lo levanto y salgo de la iglesia, hay un perro negro al lado de la entrada, Yago, el mejor perro que he tenido, sin que le hable el animal al verme corre hacia la casa de las curanderas.

Camino a la plaza y acuesto a mi otro ser en una banca, empiezo a sentir un dolor en el pecho, la herida también me afecta a mi, mi vista se nubla, lo ultimo que veo es a Yago seguido de la princesa, la pastora, el de negro, el juguetero, y creo escuchar la voz del panadero y el herrero…no lo se…solo caigo al piso…
Cuando despierto estoy en un cama, sentada a mi lado esta la princesa que aun trae a toto en brazos, al ver que me levanto me da una cachetada alegando que hice que se preocuparan por mi, yo solo le sonrió y le beso la mejilla, ella no dice nada, se para y se va del cuarto. En seguida entra una de las curanderas, morena, de lentes, cabello castaño oscuro y con un lunar cerca de sus labios, ella al verme me sonríe y va con mi otro yo que esta en la cama continua, ella me pregunta si ya estoy bien, le contesto asintiendo con la cabeza, en eso entra su hermana, su gemela, sin el lunar cerca del labio, pero si en una de sus orejas, no son tan parecidas, aun así las sigo confundiendo a veces, igual que su hermana me sonríe, en realidad ella no es curandera, realmente ella prefiere escribir poesía, a veces sirve de inspiración en mi mundo...mi mundo que será dominado por Miedo, si no hago algo…

martes, febrero 07, 2006

Mi mundo...6ª parte

Al llegar al mercado un tipo de gorra roja y lentes de armazón negro nos saluda a los cuatro, el es el panadero del pueblo, y dice que va a ver al juguetero, seguido de el va un herrero, grande, de lentes, con un peinado corto y con picos hacia el frente, nosotros avanzamos al mercado, centenares de carpas de todos colores, personas inventadas por mi mente gritando sus productos, frutas, verduras, juegos, pero no solo hay esto, hay puestos muy diferentes a los del mundo real, venden cosas que solo en mi mundo puede haber, aprecio, que se da a cada persona que pasa, con forme va aumentando este aprecio, su casa en mi mundo se altera y se va haciendo mas grande o va haciéndose diferente. La princesa y la pastora parecen niñas alrededor de todo el mercado, viendo todos los puestos, preguntando que es cada cosa, lo que les gusta lo consiguen, cada vez salen de algún puesto con listones, collares , aretes, casi todo lo que ven, en cambio, el de negro y yo platicamos con mucha tranquilidad, yo no le digo, pero el sabe que algo pasa, llevamos tantos años hablando de cosas filosóficas que aprendimos algunas cosas del otro, yo se que el sabe, pero aun así no dejare que los demás lo sepan. Después de horas de recorren el mercado, llegamos al final de el, a otra plaza mas pequeña, los cuatro vamos a una banca y nos sentamos, las dos mujeres siguen felices de todas las cosas nuevas que tienen, se las muestran al de negro, yo estoy de pie mirando el cielo, una sola nube esta en el cielo, como si no quisiera irse, en eso escucho una voz, pero no es de ninguna de las tres personas que están conmigo, es mas infantil, como de un niño, esta cantando un canción de cuna, volteo a ver a mis compañeros, ellos no parecen escucharla, solo yo, trato de buscar de donde viene el sonido, ahí en el centro de una calle, esta la catedral, un edificio que creé para representar mi religión, es blanca, grande, con un vitral enorme arriba de la puerta principal en el que esta la ultima cena, y abajo al lado de puerta principal esta una estatua de un ángel, el arcángel San Miguel…mi ángel de la guarda.

La voz no cesa, debo de ir a la iglesia, al ver que camino hacia ella mis tres acompañantes me tratan de seguir, les digo que se queden ahí, si quieren que regresen a sus casas, ellos se detienen, pero dicen que me esperaran, yo no les respondo. Llego al frente de la puerta principal, veo a la estatua del arcángel de cerca, su mirada es tierna, pero su posición parece que se defendiera de algo, en la mano trae su espada y sus alas están extendidas, siento casi como si me mirara. Al pasar la puerta veo el altar al fondo de la sala, todas las sillas, los santos alrededor de las paredes, camino por el pasillo entre las sillas, mis pasos hacen eco en la iglesia, hasta el frente veo varias personas rezándole a una figura de la virgen que esta sobre el altar, arriba del altar y en la pared esta la cruz con cristo crucificado, siempre que la veo lo reverencio con respeto y me persino.
-Siempre respetuoso, ¿Eso te lo enseñe yo o mi hermana?
Ya se de quien era la voz, volteo a mi derecho, hay dos mujeres, una niña pequeña rubia de pelo rizado, ojos azules y un vestidito blanco, a su lado esta su hermana mayor, una adolescente casi de mi edad, también rubia y de ojos azules, solo que ella viste un vestido azul largo y de mangas largas.
-Sabiduría y Experiencia…

viernes, febrero 03, 2006

Mi mundo...5ª Parte

Veo las estrellas y la luna, le sonrió a la noche, a mi lado esta mi osito Toto, mi recuerdo mas vivo de lo que fui y me ayuda en lo que soy, lo agarro y sigo mirando el cielo antes de que me de cuenta la princesa de celeste llega conmigo, preguntándome que hago aquí, ve el oso y se alegra al verlo lo abraza y dice que esta lindo, el sol comienza a salir, parece que me quede dormido en medio de esa plaza y no me di cuenta. La mañana llega y mis dos compañeros de viaje ya están afuera de la posada esperándome, cuando salgo la chica de pelo castaño que me dio las llaves de la suite, me dice que hay tres caballos esperándonos en el establo, voy por ellos, son tres caballos blancos y de ojos negros relinchando al verme, cada uno toma uno y seguimos el camino al pueblo.

La entrada al pueblo esta frente a mi, hago correr a mi caballo para llegar mas rápido, la princesa de celeste y el tipo de negro me siguen, llegamos al arco de la entrada, un arco hecho de piedra, en la parte mas alta hay un dragón, sobre el, sujeta por una columna, que va desde el centro del arco hay un fénix, y en los extremos dos lobos mirando hacia el frente con nobleza. Después del arco de entrada hay jardines de un verde como la esmeralda, árboles frondosos y llenos de hojas, el viento los mueve con delicadeza como si tratara de no molestarlos, cerca del arco dejamos los tres caballos blancos.

Cruzamos por una calle y ,como en la pozada, hay una plaza enorme, en ella se ven caminar muchas personas que conozco y que viven en este pueblo, aquí en esta plaza están las personas con las que estoy conviviendo en este momento o me acuerdo de ellos, cuando esto deja de pasar ellas vuelven a sus casas, alrededor de la plaza hay distintos lugares a parte de solo casas, la chica de celeste corre entra a uno de estos lugares, una juguetería, el de negro y yo la seguimos, al entrar, nos vemos cubiertos con reflejos de distintos colores, hay juguetes de todo tipo, de toda era, y para toda edad, hay repisas llenas de ellos, por todo el piso, en el techo, en todos lados, en eso aparece el que habita ahí, alguien muy parecido a mi, de piel clara, de cabello castaño, de lentes y vestido con pantalón de mezclilla y camiseta negra, nos saluda con su sonrisa como es costumbre y comienza hablar con nosotros, al otro lado de la juguetería, la princesa va de pasillo en pasillo viendo todas las cosas que hay en la casa, ella trae a Toto en brazos y no lo suelta. El dueño de la casa, el juguetero, nos explica que lleno esto de juguetes para que en mi mundo no se olvidara la diversión, yo se lo agradezco, y antes de irme le doy un último consejo, como siempre lo hago.

Al salir de la juguetería, sentada en una banca esta la pastora viendo hacia la nada, cuando la princesa la ve corre a saludarla llamándola por su nombre, la pastora reacciona y nos saluda a los tres, por decisión de las dos mujeres vamos a ir al mercado…no es mala idea, así que los cuatro vamos. Una calle llena de puestos, eso es el mercado, no es difícil llegar, de hecho no es difícil perderse entre las casas del pueblo y todos los que viven aquí saben donde esta el mercado que los surte de todo lo necesario…