domingo, agosto 22, 2010

Otra vez

De nuevo los pétalos cruzan el aire, partiéndolo en decenas de brisas. De nuevo los suspiros invaden a las palabras. Otra vez las historias bailan hasta encontrar su nombre.

Las mariposas en la panza regresan, ahora queriéndose escapar entre las frases dedicadas a ella. Otra vez el corazón tiene un festival de bailarines y cantantes. La luna vuelve a hablar y las manos a escribir.


Regresan los títulos dedicados “a ti”, desaparecen los demás. Van y vuelven las palabras para esconder su nombre entre las letras. Nuevas sensaciones, viejos sentimientos que rejuvenecen en la espera inédita de un primer beso.

Otra vez la danza en el viento, el otoño que viene tiene un nuevo color naranja. El invierno un nuevo azul cielo.

martes, agosto 17, 2010

Quédate

No te vayas aun, cuenta los instantes, todavía no se acaban. Quédate para acariciar tu piel, sentir tu calor lo suficiente como para memorizar cada milímetro de ti. Evítame la tristeza de olvidar el color de tus ojos o la sensación de tu cabello entre mis dedos.

Llega tarde a tu cita de hoy. Mejor no vayas. Aquí solo estaremos tú y yo, nuestra respiración haciéndose una, nuestras manos entrelazándose hasta perderse en donde empieza cada uno, nuestra voz encontrándose entre los labios.

¿Cuántos segundos pasaron ya? Todavía no es suficiente, solo un beso antes de irte. Aun no memorizo todo tu contorno, espera, quédate, el sol no sale todavía. La luna sigue con nosotros.
Siempre acaba igual, el sueño. Tú sonriéndome antes de un beso. Ahí despierto, sin saber como se sienten tus labios. Sin conocerte

miércoles, agosto 11, 2010

Mar de recuerdos

Me iré y tú te quedaras, ya no sabré de ti ni tú de mí. Quedaras enterrada en un millar de olas de recuerdos. Bajo el mar de nuestro pasado, olvidaras mi rostro y,con el tiempo, yo el tuyo.

Años después nos encontraremos de nuevo en una calle llena de personas, mis ojos querrán recordarte, pero mi mente no entrara al agua para buscar tu complexión. Solo dedicare una sonría a una extraña que no sabré su nombre. Me fascinare con su lindura durante unos segundos para que después el concreto bajo mis pies me regresen a mi camino y al tuyo.


Nos olvidaremos mutuamente, despareceremos en la penumbra de nuestra historia. Sin nombre, rostro o cuerpo, seremos un nuevo océano de memorias, nunca sabremos como el agua los ahogo en su sabor salado. Sin embargo, será la playa más bella que hayamos visto, más hermosa aun por no recordar como llego ahí.