jueves, abril 20, 2006

Mi mundo:Guerra...6ª Parte

Tomo la espada con fuerza, siento a Dios conmigo, a mi lado aparece el de negro, las cuatro princesas que he conocido aquí, el juguetero, el panadero, el herrero, después en medio del camino, esta la cantante, su hermana y su amiga, después me detengo, aparece un sujeto de cabello rubio, vestido de blanco, de ojos azules y una sonrisa muy amplia…
-Eres felicidad
-Si, lo soy
El se une al grupo sin preguntarlo, y poco a poco, mientras voy pasando por las calles del pueblo, las casas se reconstruyen, la iglesia recupera su brillo, cuando llego a la entrada del pueblo, mis cuatro guerreros me esperan, el resto del pueblo y las guardianas también están ahí, algunas todavía no he visto lo que guardan, me pongo al frente del grupo…
-¡Esto acabara entre tu y yo Soledad!
-¡Como quieras!
Soledad aparece con una armadura negra, Ira, que seguía peleando con Valor, baja para que Soledad lo monte, de mi lado Valor baja y yo hago lo mismo, su fuego no me quema, parece inyectarme de esperanza.
-¡El que gane se llega todo!
Las dos bestias se elevan al cielo para chocar un contra la otra, solo aprieto mas fuerte mi espada, preparándome para acabar con un sentimiento que solo me a dejado males…

Mientras esto pasa en la entrada del pueblo, muy lejos de ahí esta pasando otra cosa…
Una muralla de metal y piedra se eleva en la punta de una montaña, el metal es brillante, mientras que la piedra es oscura y amorfa. Esta muralla esta protegiendo algo, algo que debe de estar ahí por que solo así puede estar a salvo, solo así puede sobrevivir, estando aislado de todo. En ese momento, ella aparece, una mujer delgada, de cabello castaño, de piel morena que luce un poco quemada por el sol, blusa rojiza y pantalón blanco, camina sonriente hasta la muralla, que parece decirle que se aleje, que no es bienvenida a estar cerca de ella, sin embargo, la mujer la toca, la muralla se estremece, el metal comienza a ceder al toque delicado de la dama, se derrite un poco, dejando ver que adentro hay un pasillo que lleva al centro del lugar, ella toca el muro con la otra mano, ahora no se derrite, se comienza a agrietar, una fisura enorme que va desde el suelo hasta lo mas alto, aparece, el metal y la roca comienzan a caer a pedazos, ella da un paso hacia atrás, mientras el muro cae sobre si mismo, el pasillo se puede ver ahora, ella camina hasta su centro, ahí hay una habitación, con una chimenea, un librero con un cantidad de libros incontables, una silla enfrente de la chimenea, también otra en una mesa, la mujer eleva la vista al techo donde hay un candelabro dorado que ilumina todo el lugar, ahí a su lado hay otra mujer, rubia, de ojos azules, con un vestido largo de color rosa y rojo, ella flota al lado del candelabro, cuando ve a su observadora, unas alas blancas le aparecen en la espalda y baja lentamente.
-Hola, hace mucho que no tenía compañía, pasa siéntate en tu casa.
-Hola, yo…
-Rompiste las defensas, debes de ser alguien especial aquí, yo soy Amor
-¿Estabas encerrada aquí?
-Lo estoy, debo de estar protegida, veras tengo muchas heridas y…
-Pero yo no te veo ninguna
-¿Perdón?
Amor se dirige hacia un espejo en una de las esquinas de su habitación, que lleva a otra donde se encuentra su cama, una lágrima se escurre por su bello rostro, por que en el espejo ve que no tiene una sola herida y es mas bella que la ultima vez que se vio su reflejo, camina hacia la recién creada salida voltea a ver a su acompañante y le sonríe.
-Hay que ir a verlo…

lunes, abril 10, 2006

Mi mundo:Guerra...5ª Parte

Corro colina abajo, ese ejercito, yo deje que se creara, son todos mis problemas, todo mi dolor esta ahí, debo evitar que lleguen al pueblo…una flecha se dirige a mi, me atraviesa el hombro, caigo y ruedo colina abajo, solo escucho los gritos de la princesa, que corre atrás de mi. Cuando llego a tierra estable un pie esta sobre mi pecho, es Miedo otra vez…
-¿No me saludaras?
Antes de que conteste, la princesa llega y lo patea, me ayuda a levantarme, miedo saca un arco y cuando va a disparar de nuevo la otra princesa aparece y lo tumba, pasa sobre el y corre hacia mi.
-Soledad me soltó pero…atacara el pueblo…
-Vayan a avisarles a todos…
Las dos princesas del mismo nombre corren hacia el pueblo, cuando volteo al piso Miedo a desaparecido, corro hacia el ejercito de soledad.
-Te ayudaremos…
Dos perros negros aparecen a mis extremos, Yago y Logan, padre e hijo cambian de tamaño y me voy encima de Yago, llego en un parpadeo…
-¡Detente Soledad!
-No dejas que lo haga, tú quieres esto, te ocultas en la oscuridad…
Atrás de mí aparecen mis guerreros, mis amigos, todos corremos contra el ejército.
El combate es parejo al principio, pero comenzamos a perder, es cuando decido la evacuación, cuando aparece Ira y por eso he llegado a este momento…

-Tu mundo será nuestro, serás menos que una persona, ahogado en tu oscuridad, estas acabado…
Solo escucho la voz de Ira…ya no me interesa contestar, me siento vencido, perdí mi fe en todo, escucho muchas voces culpando a Dios, a la gente, pero ninguna culpándome a mi, en el pueblo las casas se comienzan a caer pedazo por pedazo, la iglesia se ha vuelto gris, todo se ha oscurecido…perdí…perdí…cierro los ojos y me envuelvo en mis propios pensamientos, de repente parece que la oscuridad toma forma, escucho el apoyo de mi familia de mis amigos y de mi…
-Eres más que esto…eres más que todos ellos.
-No, no lo soy…perdí
-Perderás cuando estés muerto…
Silencio…escucho un sonido extraño, un ave de mi mundo…no es mas fuerte…mas sonoro, si es un ave pero es mas grande, las nubes del cielo desaparecen, el sol entra de nuevo, no es el sol, un ave de fuego se aproxima hacia mi, un fénix, Valor…
-Ira, te presento a Valor…
El fénix golpe al dragón alejándolo de mi, cuando me puedo levantar dos lobos aparecen a mis lados, aúllan y en un segundo reaparezco enfrente de la iglesia, al verla, comienzo a llorar, he culpado a Dios…me hinco ante la iglesia, mis lagrimas se han congelado, mi corazón late con fuerza, comienzo a hacer algo que deje por días…rezar, pero esta vez no pido nada, no ruego una respuesta, solo doy gracias y digo perdón…algo se mueve, me incorporo, la estatua del Arcángel San Miguel que esta al lado de la puerta de la iglesia se mueve, su mirada, me inspira, bajo la mirada ante el, estira las manos y me ofrece su espada, la tomo, mientras la estatua susurra que Dios esta conmigo, que no pierde la fe en mi.
Después de caminar al cráter donde debería de estar el castillo dorado, lo hago bajar del cielo y libero a todos, los que me quieran ayudar que me ayuden…

Mi mundo:Guerra...4ª Parte

Ha que dolor…no aguanto, mis lagrimas comienzan a correr por mis mejillas. He vuelto a la realidad, deje de recordar por un momento, mi cuerpo me arde, la ira en forma de dragón tiene su garra encima de mi, no puedo escapar, estoy solo, evacue a todos los habitantes de mi mundo al castillo dorado no quiero que nadie salga herido, esto es mi mundo y yo soy el responsable de el, yo cree esta destrucción, yo debo de acabarla…
-Tonto, te has dejado dominar por mí, tu enojo te cegó, dominaremos todo este territorio, pronto cumpliremos lo que Miedo no pudo lograr…
La voz del dragón es grave, sonora y fría, no se como vencerlo, me rindo…perdí, se acabo, no puedo ganar no puedo ganar…mis lagrimas siguen frotando, y el recuerdo regresa…

He llegado a la bóveda de los recuerdo, junto con Soledad y la princesa, es un estructura enorme, cristales de color azul y celeste se elevan por los cielos formando una pirámide algo amorfa, con una puerta de madera gigante, la cual se abre y salgo yo mismo como niño.
-Sabía que vendrías, pasa solo tú…
Sigo a mi niño interior, el lugar es gigantesco, plagado de cristales pequeños en las paredes, sin embargo mi yo niño me dice que no todos están llenos.
-No por que no recuerdes algo no quiere decir que no paso…
No se que buscar o por que estoy ahí…en ese momento me congelo, regreso corriendo afuera de la bóveda…no hay nadie, Soledad escapo junto con la princesa…
-Vete rápido…
Me hierve la sangre…tengo suficientes problemas para que también haya en mi propio mundo…en mi mundo todo debería de estar bien, veo una de las aves de colores de mi mundo, la llamo y baja, rápidamente cambia de tamaño, la monto y antes que emprenda vuelo siento que algo se puso atrás de mi, pienso que es mi yo niño, al voltear me equivoco.
-Hola, Lalo
Otra de las princesas de mi mundo, de hecho comparte el nombre con la que Soledad rapto, pero no se conocen, trae un vestido morado de mangas largas, con su cabello largo despeinado, como casi siempre la veo.
-Hola
Le susurro al ave que me lleve al pueblo, ella obedece…maldita Soledad, que tonto soy me deje guiar por ella, creí que me iba a ayudar, solo me distrajo para….
-¡Cuidado!
Una flecha atraviesa una de las alas del ave, caemos en picada, siento el aire helado contra mi, me va doler, el tiempo parece detenerse, cierro los ojos, una luz me cubre a mi y a la princesa, cuando abro los ojos estoy en el piso y enfrente de mi dos mujeres, una es la guardiana de las ruinas, con su báculo con su gema roja, trae su pantalón de mezclilla y una chaqueta, mi chaqueta…a su lado hay una hechicera que me ve con frialdad, aunque nunca me ha visto con esa cara en la vida real para mi en mi mundo me la muestra mucho, cabello largo negro algo ondulado con un copete largo cubriéndole la frente…ella fue una de las diosas del templo, que tal vez nunca lo debió de ser, cuando me mira fijamente después de un rato me sonríe saludándome.
-Estuvieron cerca, ahora váyanse.
-¿No vendrán?
-Ya me escuchaste…vete
No volteo atrás, la hechicera me ha dado consejos a veces, pero…aun hay heridas, corro al lado de la princesa, cuando cruzamos la colina, mi mirada de congela, un ejercito de sombras guiadas por Soledad….pero no veo a la princesa de vestido esmeralda…

sábado, abril 01, 2006

Mi mundo:Guerra...3ª Parte

Cabalgo con mucha prisa, siento la respiración de Soledad sobre mi cuello, no ha dicho una sola palabra, me alegra no quisiera escuchar su fría voz, cada vez que lo hago siento un escalofrió enorme, el sol se esta ocultando, muy pronto anochecerá y tendremos que acampar, perfecto, acampare con alguien que me aterra, no podría ser peor.
Al anochecer nos detenemos cerca de un rió, soledad se recarga en un árbol, y ha su alrededor aparece una cobija, pronto cierra los ojos y parece dormida, yo me voy al rió a lavarme las manos, espero llegar pronto a mi destino, no se que es lo que perdí, no se que es lo que viene, escucho alguien acercándose, veo mi reflejo en el rió, atrás de mi aparece la princesa que me seguía, sus ojos grandes no me dejan de mirar, tiene cubierto su vestido verde esmeralda con un chal morado y su cabello largo y negro puesto sobre su hombre
-¿Qué haces aquí?
Yo no se como responderle o no se ni siquiera si debo hacerlo, ella siempre me ha hecho sentirme de lo mejor, es una persona única, aunque en la vida real yo se que la herí, aunque haya sido un poco, aun así ella me sigue queriendo, ganándose el puesto de una princesa en mi mundo.
-Busco algo, simplemente algo que perdí…
-¿Y tienes que estar cerca de ella?
La princesa apunta hacia soledad, yo no le digo nada, obviamente no es muy normal verme al lado de Soledad, ella me ve con los ojos cristalinos, y yo trato de no virarla fijamente, analizo sus rostro y al ver sus labios recuerdo el beso que nunca debí de darle, suelto una lagrima al recordar eso, ella me abraza…
-Me quedare contigo…y con ella…

Ya ha amanecido, para dormir le hice una cama de paja a la princesa mientras yo dormí sobre el piso cerca de ella, soy el primero en levantarme, sin embargo Soledad me ve fijamente recargada en el arbol, con sus ojos frió, ella no quiere que la princesa este aquí, no me interesa, la princesa es mas importante que un sentimiento absurdo.
-Hay que irnos llegaremos al atardecer si nos apresuramos.
En ese momento se escucha a lo lejos un caballo, que relincha con fuerza, luego los cascos de este, comienzo a ver un carruaje de color blanco jalado por un caballo café oscuro, que se acerca con gracia hacia nosotros, yo camino hacia el, el carruaje se detiene, este no lleva nadie que dirija la caballo, creo que el es lo bastante listo para diríjase solo.
-Adelante pasa
Escucho una voz muy dulce que reconozco al instante, la puerta del carruaje se abre y entro sin voltear atrás, adentro hay tres mujeres, una de pelo castaño y largo, ojos claros y unas cuantas pecas, a su lado esta su amiga, del cabello un poco más oscuro y de piel con un tono parecido, enfrente de ella esta su hermana, rubia de piel blanca y con un toque extraordinario para cantar, me siento al lado de ella, sin antes ha ver saludo a las tres. Platico con ellas un momento, me entero que la que esta a mi lado es una cantante, claro, pienso, es la cantante de mi mundo, dueña de un teatro en el pueblo, supongo que vienen de dar un paseo o algo por el estilo, en ese momento la princesa se asoma al carruaje, saluda a las tres, pues en la vida real se conocen las cuatro, ellas le devuelven el saludo con mucha cordialidad, la princesa me dice que es tiempo de irnos.