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Todos tenemos nuestros propios mundos dentro. Algunos son oscuros y tristes, otros son armoniosos como el sonido de una buena guitarra. No conozco los mundos de otras personas, no recuerdo haber estado en ellos. Solo conozco el mío.
En cada mundo cada quien crea su entorno, su música, sus calles, sus ciudades. Puede haber estabilidad o destrucción, melancolía o felicidad.
El protagonista de esta historia es el único mundo que conozco. Esta rodeado de montañas, valles, lagos y ríos. Hay castillos en ciertos lugares, hay pueblos en otros. Cada persona importante tiene su doble en este lugar, rodeado de los recuerdos que comparten, esos recuerdos que millones de aves de colores transportan de un lugar a otro.
La capital es un castillo dorado, habitado por la familia y alrededor los hogares del resto de las personas valiosas. Estas casas son representaciones de la forma de pensar que expresa este lugar, una edad medieval, aunque mas higiénica espero yo.
Hay guerreros, pastores, curanderas, gitanas, magos, actrices. Todos juntos aquí. Me gustaría decir que esta historia se vive bajo la luz, como me gustaría decirles eso.
Lejos de los verdes prados, lejos de los árboles frondosos, de los bosques y ríos vivos. Lejos del cariño y del calor, es aquí donde la historia comienza.
Todos tenemos pecados, errores, dolor, ira, miedo, envidia, tristeza y en este lugar, toda esa negatividad esta fue del alcance del sol. En este terreno el agua no crea sonido al chocar contra las rocas, no contiene vida alguna y es tan negra como la noche. Las plantas están secas y la tierra esta dominada por rocas grises y arenas oscuras.
En alguna esquina de este triste lugar, hay una roca circular, tallada con el numero diez. Es imposible de abrir con manos humanas y se dice que la profundidad de lo que esta obstruyendo es infinita.
Adentro si hay un límite y la dominación de la oscuridad te dejara ver su contenido hasta que los ojos se acostumbren a ella. Una vez que la negrees se disipa un poco, se ven diez celdas. Sobre cada una esta su numero correspondiente de la perdición.
Ellas son las que un día fueron amadas por este mundo, adoradas como novias. Las que en algún momento el dueño de este mundo las tuvo en su corazón. Las que llamaba con cariño, las que quiso con alegría. Hoy están encerradas aquí, pero no pueden ser olvidadas.
Quisiera seguir contando pero la introducción acaba aquí y mi tiempo por ahora.
Todos tenemos nuestros propios mundos dentro. Algunos son oscuros y tristes, otros son armoniosos como el sonido de una buena guitarra. No conozco los mundos de otras personas, no recuerdo haber estado en ellos. Solo conozco el mío.
En cada mundo cada quien crea su entorno, su música, sus calles, sus ciudades. Puede haber estabilidad o destrucción, melancolía o felicidad.
El protagonista de esta historia es el único mundo que conozco. Esta rodeado de montañas, valles, lagos y ríos. Hay castillos en ciertos lugares, hay pueblos en otros. Cada persona importante tiene su doble en este lugar, rodeado de los recuerdos que comparten, esos recuerdos que millones de aves de colores transportan de un lugar a otro.
La capital es un castillo dorado, habitado por la familia y alrededor los hogares del resto de las personas valiosas. Estas casas son representaciones de la forma de pensar que expresa este lugar, una edad medieval, aunque mas higiénica espero yo.
Hay guerreros, pastores, curanderas, gitanas, magos, actrices. Todos juntos aquí. Me gustaría decir que esta historia se vive bajo la luz, como me gustaría decirles eso.
Lejos de los verdes prados, lejos de los árboles frondosos, de los bosques y ríos vivos. Lejos del cariño y del calor, es aquí donde la historia comienza.
En alguna esquina de este triste lugar, hay una roca circular, tallada con el numero diez. Es imposible de abrir con manos humanas y se dice que la profundidad de lo que esta obstruyendo es infinita.Adentro si hay un límite y la dominación de la oscuridad te dejara ver su contenido hasta que los ojos se acostumbren a ella. Una vez que la negrees se disipa un poco, se ven diez celdas. Sobre cada una esta su numero correspondiente de la perdición.
Ellas son las que un día fueron amadas por este mundo, adoradas como novias. Las que en algún momento el dueño de este mundo las tuvo en su corazón. Las que llamaba con cariño, las que quiso con alegría. Hoy están encerradas aquí, pero no pueden ser olvidadas.
Quisiera seguir contando pero la introducción acaba aquí y mi tiempo por ahora.
1 comentario:
cada vez qe escribes, mejoras un poco mas... eso me agrada... =D
esa historia ya la habias escrito antes y creo qe ahora, al momento de leerla... suena mucho mejor... te permite imaginar de una mejor manera las cosas... felicidades ^^
respecto a la firma qe me hiciste.. ya sabes mi repuesta =)...
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