domingo, agosto 23, 2009

No hay quien


No hay a quien escribirle palabras dulces de amor en las noches de verano. No existe el lugar donde sentarse y tener de compañera a la inspiración que me dan sus ojos. No hay a quien pedirle a las estrellas mas brillo que ilumine mis letras. No hay a quien.

No hay de quien enamorarse tanto como para dejar la inspiración en la cama, durmiendo por fin. Solo se queda despierta a mi lado, suspirándome en el oído, inspirándome con su gracia, la gracia solitaria de ella misma.
No hay a quien.

Pero si hay por quien escribir. Hay por quien levantarse con la pluma en la mano en las mañanas frías de invierno. Relatar historias fantásticas de corazones felices y saber que existen. Hay para quien dedicarle un te quiero envuelto en un sinfín de expresiones y colores en tinta negra.

Hay inspiración para darles y saber que sus labios se llenan de una sonrisa tras otra. No hay a quien escribirle, hay para quien escribir.
Y esa es la inspiración, el dedicarle un escrito a alguien, un para y no un a quien.

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