El que cae como cascada sobre tus hombros
Brisa oscura que se posa cubriéndote los ojos
Adorna tu belleza como algodones suaves
Ojala sirviera de nido a mis caricias como aves
Que daría por nadar en ese mar de mareas
Moverme hasta las islas de tus pupilas y me veas
Me mantengo en el deseo invisible de tocarte
Querer por un segundo escapar del soñarte
Me quedo contemplando tu cabello de ríos negros
Pensando en que mis dedos serian sus veleros
Navíos que encallarían en el muelle de tu espalda
Detenidos solo al escuchar tu voz maravillada
El mar negro de tu cabello
El mar negro de tu cabello
1 comentario:
La "invisibilidad" es un don que tambien quiesiera tener... haria tantas cosas!!
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