No me dejas besarte una última vez antes que me des la espalda, dejándome con la fría sensación de una espada.
Nunca se cuando es tu regreso, siempre estoy esperándote antes de tu huida, pues se que será temporal tu estadía, que te irás, dejándome solo un tiempo, para buscar en el mar del recuerdo algún lugar lindo donde quedarte.
Tus despedidas son repentinas y tus regresos apasionados, vas y vienes de mi mente sin pensar en mi regazo. Mi alma herida simplemente te llama, sin tener respuesta hasta que se te pega la gana.
Tus despedidas son repentinas y tus regresos apasionados, vas y vienes de mi mente sin pensar en mi regazo. Mi alma herida simplemente te llama, sin tener respuesta hasta que se te pega la gana.
Ya deja de escapar de mi de una buena vez, quédate una temporada entera, para hacer de ella la fiesta de primavera. No me voltees la cara de nuevo, solo dame tus labios y vive el momento.
1 comentario:
A veces huimos por miedo a entregarnos por completo y quedarnos vacías. Y es que cuando una mujer se entrega por completo, tiene una sensación de indefensión tan grande, a la que muchas temen. Y tiene usted razón en la última frase, "vive el momento"
Atentamente
Dennys Meyer (Carmmine)
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