El tiempo no es una regla que mide nuestro desarrollo. Nosotros somos los que medimos el tiempo.
Cuando nos levantamos cada mañana y pensamos en lo que haremos hoy. Después, antes de dormir, recordamos si pudimos lograr todo lo que nos propusimos ese día. Si no lo logramos, le echamos culpa al tiempo, sin saber, que al siguiente amanecer, podemos volver a empezar.
No hay que perder los minutos llorando a los segundos que dejamos pasar, cuando hay nuevos que podemos usar. El tiempo se mide por lo que vives no por los años que tengas viviendo.
Levántate cada día sin esperar a crecer, mejor vive. Y si tu camino no te está gustando, simplemente regresa y toma otra dirección, al fin y al cabo, el tiempo es tuyo.
Cuando nos levantamos cada mañana y pensamos en lo que haremos hoy. Después, antes de dormir, recordamos si pudimos lograr todo lo que nos propusimos ese día. Si no lo logramos, le echamos culpa al tiempo, sin saber, que al siguiente amanecer, podemos volver a empezar.
No hay que perder los minutos llorando a los segundos que dejamos pasar, cuando hay nuevos que podemos usar. El tiempo se mide por lo que vives no por los años que tengas viviendo.
Levántate cada día sin esperar a crecer, mejor vive. Y si tu camino no te está gustando, simplemente regresa y toma otra dirección, al fin y al cabo, el tiempo es tuyo.
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