Memoria de un encuentro casi olvidado, de unas caricias que se fueron con el viento, de unos besos que ya no se sabe si solo fueron un sueño.
Recuerdos que parte del ser quiere olvidar, mientras que la otra piensa atesorarlos para toda la vida.
No se debe de vivir en el pasado, pero como no hacerlo, como olvidar como si fuera un diente de león que le soplas para que se pierda en el ambiente.
Recuerdos que parte del ser quiere olvidar, mientras que la otra piensa atesorarlos para toda la vida.
No se debe de vivir en el pasado, pero como no hacerlo, como olvidar como si fuera un diente de león que le soplas para que se pierda en el ambiente.
Esa memoria persiste en el ser, recordando con dulzura, aunque duela. Recordando las palabras que hoy son manuscritos en un papel invisible, en una onda muda de remembranzas.
Ya son memoria, ya son recuerdos, ya son el viento que solo acaricia sin hablar. Siguen ahí pero dormidos, siguen ahí, pero sin mirar, sin escuchar.
1 comentario:
sigue escribiendo
que es una de las mejores cosas de ti...
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